Entre algunos analistas y sectores de la oposición circula la idea que una “competencia de monedas” sería una mejor opción que dolarizar la economía argentina. En resumen, la competencia de monedas sugiere poner al peso y al dólar (y otras monedas) en igualdad de condiciones y que compitan, dejando que el mercado desplace al peso de circulación por un proceso de “mano invisible”.